PREMIADOS EN EL IV CERTAMEN DE CARTAS DE AMOR

 



Esto es para ti.

Para ti, que supiste cómo quererme bien cuando nadie lo hacía. Me estaba ahogando y tú supiste cómo salvarme con flores, sin dolor, solo con pasión, lágrimas y, a veces, fuego.

Por ti, por tu forma de ser, por tu forma de ver las cosas, de verme a mí cuando ni yo misma sabía quién era.

Te conocí rápido, cuando solo soñaba con el amor y la felicidad. Tú me diste eso y mucho más., Ahora yo dependo de tu existencia y, como dice esa canción, no puedo vivir sin ti.

Y sí, ya me he decidido, lo sabía pero no me había dado cuenta y es que te quiero. Te quiero como quería en mis sueños, como no había querido nunca a nadie. Y es qye te miro y me veo reflejada en ti.

Con amor,


F.V. (2ºB)



Querida Nuria:

Escribo esta carta para declarar mi amor por ti.

Desde la primera vez que te vi supe que en tu mirada había algo que me enamoró.

Me encanta cuando sonríes, cuando te ríes y cuando disfrutas. Cuando te veo desde la distancia siempre pienso en lo bien que nos veríamos juntos y pienso… si no puedo ser el lápiz que dibuje tu felicidad, intentaré ser la goma que borre tu tristeza.


J.A. (2ºB)



Mamá

Y ella lleva eb sus grandes ojos el candil que da fuego e irradia día a día la existencia y el vivir a mi nonble corazón.

Con alma de vagabundo y bohemio empedernido he plasmado en mis hojas blancas hermosos sentimientos con la sangre de mis venas.

Como suave caricia, sus dulces palabras, melodía muy sonora para mis oídos, son como trino de ave mañanera en paisaje colombiano entre valles y praderas, con el verde esperanza.

Es mujer, pero más madre, porque en su lucha constante siempre desempeña un papel doble, con tanta tenacidad que me quito el sombrero con respeto y humildad.

Madre, que gran ser humano eres, siempre a ti te he de admirar.

Cada día que me levanto a Dio le clamo por ti. Me doy cuenta de que quien tiene a su madre viva sobre la faz de la tierra, es el hombre más feliz del mundo.


Y. C. (4ºA)



El amor de mi vida

Quien iba a pensar que al viajar a otro país

te iba a encontrar.

Quien iba a pensar que,

con tan solo mirarte,

se me escaparía una sonrisa al ver cómo me miras.

Con esos ojos que me iluminan

Con esos ojos que iluminan mi camino.

En aquel momento mi oscuridad se desvaneció,

me pusiste tu gorra y tu chaqueta y me levantaste,

me amaste tal y como soy.

Te amo, aunque no te lo digo.

Poco a poco mi frialdad se fue apagando

y un nuevo sentimiento llamado amor surgió en mí.

Tanto tiempo a mi lado y no sabía que serías tú,

esta llama en mí no se apagando y se enciende cada vez que te vo.

Dime, amor, cómo lo hago, si quiero estar a tu lado toda la eternidad.

No existen palabras suficientes para expresar lo que siento por ti.

Empezar de nuevo, y empezar por mil años más.


B. S. (4ºA)



Todavía recuerdo esa primera mirada que cruzamos, tus ojos grises, que brillaban como la luna a la medianoche se fijaron en los míos. En ese instante supe que estábamos destinados a estar juntos. Tal vez sea tu mirada única, o tal vez tu cabello rubio platino, incluso podría ser la manera en la que me hablas, o a lo mejor la manera en la que me besas, haciendo que nuestros labios se fundan en uno solo, pero sé que algo hace que mi respiración se acelere.

Debo confesar que el corazón es complicado y, muchas veces, no se pueden controlar los sentimientos. En mi caso, lo único que sé con certeza es que te necesito, a ti, a la calidez de tus abrazos y tus labios sobre los míos.

Nunca pensé que tus “te quiero” se convertirían en “te amo” con el transcurso del tiempo. Me encanta que formes parte de mi vida, que el destino decida si tu presencia será breve o eterna.

Te amo.


Y. T. (2ºA)