Provincia: Cáceres.
Población: 9.193 habitantes.
El pueblo de Trujillo es una gran opción para visitar un día de verano, pero también se puede disfrutar en pleno invierno.
Trujillo se caracteriza por sus lugares
históricos, que a la vez hacen que sean turísticos. Hay muchas opciones para
ver, como los palacios o la alcazaba, pero existen muchas más.
El pasado Miércoles 12 de Octubre visité con mi familia este pueblo de forma turística.
Para empezar fuimos al restaurante Mesón de Troya, situado en la plaza mayor. Este restaurante tiene fama por su peculiar servicio, antiguamente la abuela de la familia, que dirigía el establecimiento, salía de la cocina a “gritarles” a los clientes que se tenían que terminar todos los platos pedidos, que allí la comida no se desperdiciaba.
Actualmente la abuela ya no está viva, por lo
tanto no sale, pero aun así el servicio
es muy bueno.
También algo por lo que es reconocido es por
los grandes entrantes que ponen, una tortilla de patata y una ensalada, hay dos
tipos de menú (sin contar el infantil), y en los dos está como entrante lo
mismo; también puedes pedir directamente de la carta.
Las raciones de comida nos bastantes generosas
y la calidad es muy buena, algo a destacar es cuando se confunden de servicio,
en este caso fue con un helado, trajeron un helado de limón, en vez de uno de
nata, y no tuvieron ningún problema en cambiarlo, aunque se volvieron a
equivocar. Cuando nos íbamos a ir el señor que nos atendió nos preguntó que si
se había solucionado el pequeño problema, le dijimos que se habían vuelto a
confundir, pero que no había problema, para nuestra sorpresa vino con otro
helado, esta vez sí que era el deseado.
En general el servicio es estupendo y el sitio
es muy bonito. Volvería a comer allí si es posible.
Después de haber comido dimos
una vuelta hasta llegar al castillo, que se encuentra a lo alto del pueblo, hay
un camino con bancos, rocas y terrazas hasta llegar al castillo. El recorrido
hasta que llegas es muy similar y va haciendo forma de “zig zag”, suele ser
camino con roca y piedra. En una parte hay rocas con un texto tallado.
Cuando llegas a lo
alto, está la alcazaba, hay varias puertas y muros, pero solo se puede pasar
por una puerta ya que para entrar tienes que pagar la entrada. Para niños
menores a trece años la entrada es gratis, y para el resto son 2€.
En la entrada se encuentra la taquilla para comprar las entradas, a un lado hay una máquina para personalizar monedas, es un pequeño detalle.
Dentro del castillo hay un amplio patio de armas, que actualmente se encuentra vacío con unas piedras en una parte de un muro.
Hay una puerta a
un extremo del patio, detrás de ella hay un pasillo creado por una plataforma
de cristal, debajo hay un pequeño “pozo” con agua, el espacio es muy pequeño, si eres alto te tendrás que agachar ya que los
techos son bajos.
Hay una valla de cordón, y hay una especie de borde
de barro. Son las cisternas.
Continuando con el patio… Al otro lado de la puerta mencionada anteriormente, se encuentra una enorme escalera que cuando la subes, te encuentras con los adarves. Hay un recorrido bastante largo para hacer por los adarves, ya que son bastante extensos, por el camino hay también almenas, donde hacer fotos es muy buena opción ya que las vistas que ofrecen son espectaculares, se puede ver el pueblo dependiendo de donde te sitúes, pero siempre lograras tener como fondo el valle.
De vuelta a la plaza mayor puedes ver muchas cosas, como la puerta de
San Andrés o la casa-museo de Pizarro.
En el centro de la plaza mayor hay una fuente
y unas escaleras que dan a un segundo nivel de suelo, en esa parte está la
estatua de Pizarro.
Esto fue todo lo que hicimos, puede parecer poco, pero es bastante
tiempo el que estuvimos en Trujillo. Se pueden hacer muchas más cosas, de hecho
hay una guía donde salen todos estos sitios. https://trujilloturismo.org/gu%C3%ADa-practica/planos-y-guias
El recorrido que hicimos fue maravilloso y sin
duda Trujillo es un lugar muy bonito y tiene muchas opciones para hacer a lo
largo del día.
