NIEBLA
Me gusta la niebla,. Siento que la verdad se vuelve irreal, que no hay más allá de lo que ves. Cuando hay niebla siento que ninguna desgracia va a caer del cielo porque no lo veo. Hoy hay niebla. Salgo a la calle a disfrutar del último día de octubre. Lo que no sé es que también será mi último día. Me siento en un banco. El viento me susurra palabras indescifrables mientras las hojas bailan al ritmo de su canción. Y entonces el cielo empieza a llorar. Las gotas de agua ,e acarician la cara. Debería volver a casa, pero hacía tiempo que no veía un día así. Una sombra se acerca a mí lentamente, pero estoy distraída. Oigo un ruido detrás de mí, “será un grito”; pienso. Unos pasos. Me giro. No me da tiempo a pensar cuando un cuchillo atraviesa mi corazón. Una sonrisa con dientes afilados y amarillos. Unos ojos rojos. Una piel pálida. Mi mente se queda en blanco. Ahora veo mi cuerpo desangrándose desde el cielo. Estoy muerta. Ahora soy libre de hacer lo que quiera cuando quiera.
F. V.C (2ºESO)
PESADILLA EN EL DÁMASO
Era un día como cualquier otro. Me preparé para ir a clase. Cogí el autobús y fui al instituto. Al llegar me dirigí a clase, pero no había nadie. Extrañado, me senté a esperar a que llegasen los demás. Pasaba el tiempo y nadie aparecía. Miré mi reloj, ¡habían transcurrido ya quince minutos!
Decidí bajar a la sala de profesores. Estaba vacía. Miré por todas las aulas y tampoco había nadie. Intenté contactar con mis padres, pero no había cobertura. Fui a la puerta de salida, pero estaba cerrada. Afuera, una espesa niebla no dejaba ver nada.
Volví al aula pensando en una forma de escapar cuando, de repente, el cristal se rompió en pedazos. Uno de los fragmentos me hizo un corte en el brazo. Salí corriendo al baño a esconderme y limpiar mi herida. De pronto empezó a salir agua por todos los grifos e inodoros. Intenté huir, pero la puerta estaba cerrada. Poco a poco el baño se fue inundando y, cuando creí que me iba a ahogar, desperté en mi cama. ¡Solo había sido una pesadilla! Sin embargo, enseguida descubrí que las sábanas estaban ensangrentadas. Tenía la herida en el brazo. ¿Qué había pasado?
H. B. C. (4ºESO)